Mantener nuestra casa al día con las últimas tendencias de interiorismo es una tarea complicada. No sólo es cara, sino que poco tiempo después de aplicar esa tendencia puede que ya haya pasado de moda… Sin embargo, existen algunas maneras de mejorar nuestro diseño de interiores con elegancia e inspirándonos en las últimas tendencias sin caer en la trampa de buscar estar siempre a la moda. Hoy queremos daros algunos consejos de decoración para mejorar nuestra casa con nuestras propias manos, sin tener que contratar a un profesional ni gastar demasiado.
Dar una nueva vida a los muebles antiguos
Si creemos que nuestro hogar necesita actualizarse pero no podemos permitirnos el lujo de invertir en mobiliario nuevo, podemos considerar la opción de renovar alguno de los muebles que ya tenemos en casa.
Si estás harto de ver aquella vieja mesa de café o aquella silla, con unas pocas herramientas, un bote de pintura y algo de tiempo habrás dado un nuevo aspecto a tu comedor. A menudo no es necesario realizar grandes cambios para conseguir algo distinto, basta tan solo con pequeñas cosas que marquen la diferencia.
Cubrir con vinilos adhesivos
Una opción muy sencilla y que ofrece unos extraordinarios resultados es la utilización de vinilos adhesivos. Existen en múltiples formas y tamaños y son la forma más sencilla y rápida de proporcionar un nuevo aspecto. ¿Tenemos una puerta vieja y desgastada? Un photodoor con una imagen en alta calidad es una buena solución. ¿Una pared de la cocina no vive su mejor momento? Las baldosas de vinilo impreso pueden llevarla a un nuevo nivel.
Los adhesivos de vinilo impreso no solamente tienen una función decorativa sino que además actúan como protección allí donde se instalen. ¡Una buena opción a tener en cuenta!
El color y la regla 60-30-10
A veces todo lo que necesitamos para revivir un espacio es una pizca de color. Lo difícil es saber qué colores elegir y cómo aplicarlos. Una nueva capa de pintura tiene un efecto mágico en cualquier diseño de interiores y por ello recomendamos la técnica 60-30-10. Esta consiste en utilizar un color dominante que actúe como base y que suponga el 60% del espacio, a continuación escoger un color secundario que ocupe el 20% y que se complemente con el dominante con suficientemente contraste para crear profundidad e interés y, finalmente, utilizar el 10% restante para divertirnos con muebles de colores, obras de arte y otros elementos.