La mayor parte de los esfuerzos decorativos tienen como objetivo embellecer un espacio y hacerlo confortable. Y aunque no lo parezca, el suelo juega un papel importante en el aspecto, las sensaciones que transmite y el ambiente de un hogar.
Elegir un suelo u otro para una habitación depende en gran medida de nuestro estilo de vida, presupuesto y del tráfico que vaya a soportar, por ello en este post queremos daros algunos consejos para realizar la elección correcta.
Estilo de vida
El tipo de vida que llevan los habitantes de la casa y la forma en la que se relacionan con el espacio son probablemente los factores más importantes para elegir el tipo de suelo. Si en la casa hay mucho tráfico, mascotas, niños… una alfombra lujosa no será una muy buena opción, sin embargo, sí lo será una alfombra vinílica. Otra solución es considerar la instalación de suelos resistentes y sufridos como las baldosas o las tarimas flotantes.
Por otro lado, si el tráfico es mínimo y se busca el máximo confort, podemos optar por el parqué y materiales más delicados.
Ubicación en el hogar
Los suelos que se encuentran en la entrada o el pasillo de casa son la carta de presentación para todo aquel que entra, por ello han de ser bonitos, pero a la vez duraderos en previsión de un alto tráfico a lo largo del día.
En las habitaciones de los niños, por ejemplo, el suelo debe ser suficientemente cómodo como para que vayan descalzos y puedan jugar en él. Y en el suelo del lavadero o el baño, el suelo debe ser resistente al agua. Se puede optar por el parqué en el primer caso o las baldosas en el segundo, pero si queremos ahorrarnos hacer obras podemos apostar por una alfombra vinílica infantil o una alfombra de vinilo a medida.