El uso de alfombras en la decoración del hogar y el diseño de interiores es algo que hemos visto en incontables ocasiones, aunque quizás no nos hemos parado a pensar en los beneficios de estas más allá del puro valor estético. Algunas tendencias de decoración minimalistas optan por prescindir de las alfombras y por ese motivo queremos daros seis razones prácticas para apostar por ellas.
No es ningún secreto que las alfombras se pueden girar, mover y colocar como queramos proporcionando unos interiores flexibles con una gran cantidad de opciones. Ya sean de fibras naturales como el sisal o la lana, o de fibras sintéticas como las alfombra vinílicas, todas comparten estas 6 virtudes:
Reducen el polvo y mejoran el ambiente
Las alfombras tienen una mayor capacidad para retener el polvo que otras superficies. Esto ayuda significativamente a reducir el polvo en el aire, mejorando así el ambiente de nuestro hogar y aportándonos bienestar.
Mejoran la acústica
Las alfombras absorben el sonido, por lo tanto, mejoran la acústica de cualquier habitación. Esto se debe a que la resonancia de suelos, techos y paredes queda muteada por las zonas donde hay alfombras. Cuanto mayor sea la alfombra, mayor será el impacto que tendrá en la acústica de una habitación. Si optamos por una alfombra de grandes dimensiones, esta puede colocarse fácilmente bajo la mesa del comedor o la mesita del café.
Proporcionan una mayor seguridad
Un suelo de madera o baldosa puede ser resbaladizo y correr el riesgo de caernos y hacernos daño. Mediante el uso de alfombras hacemos que la superficiec se vuelva antideslizante minimizando la probabilidad de caernos. Por otro lado, si tuviéramos la mala suerte de que eso ocurriera, la propia alfombra mitigaría mejor la caída que si impactáramos directamente contra el suelo.
Son fáciles de limpiar
Las alfombras son fáciles de limpiar aspirándolas o pasando un paño húmedo. La limpieza regular eliminará fácilmente el polvo aunque en el caso de las alfombras de fibras naturales, es recomendable colgarla y batirla cada cierto tiempo. En este tipo de alfombras, si ocurre un accidente y algo se derrama, debemos asegurarnos de quitar la mancha inmediatamente, mientras que en las sintéticas disponemos de un mayor tiempo de reacción debido a su resistencia e impermeabilidad.
Son cómodas
Las alfombras son cómodas al transitar sobre ellas y aportan una mayor calidez, amortiguan nuestros pasos y nos transmiten mejores sensaciones, especialmente cuando vamos descalzos.
Esto significa que es una buena idea colocar una alfombra en un lugar donde acostumbremos a ir descalzos, ya sea al lado de la cama o en el baño. ¡Nuestros pies nos lo agradecerán!
Son perfectas para jugar
Las alfombras en los dormitorio de los niños proporcionan un espacio para el juego y la creatividad. Es mejor jugar sentado en una alfombra suave que en un suelo duro de madera. No es necesario que sea una alfombra grande, así podremos colocarla allí donde queramos que nuestros hijos pasen un buen rato.