Muchos de nosotros tenemos una cocina toda blanca. Esta es una tendencia que lleva mucho tiempo entre nosotros y que le da a esta parte de la casa un aspecto aséptico, amplio y luminoso. Teniendo en cuenta que se trata de una estancia propicia a estar sucia debido a las actividades que en ella se realizan, la pulcritud que ofrece el color blanco parece de entrada un efecto idóneo. La realidad es que muchos de nosotros hacemos más vida en la cocina de lo que imaginábamos y llegamos hasta a comer en ella por lo que esa pureza se convierte en algo frío y falto de personalidad. En este post queremos dar algunas sugerencias para romper con tanta blancura y aportar calidez a la cocina.
MEZCLA DE TEXTURAS
Una forma efectiva de crear interés visual en un espacio monocromático es incluir diferentes materiales y texturas. De esta manera el ambiente no queda demasiado homogéneo y se introducen esquemas y patrones distintos. Una buena opción es añadir materiales como por ejemplo azulejos vinílicos, una solución barata, que no requiere obras y visualmente atractiva.
Estos pueden colocarse cómo uno prefiera, por ejemplo de zócalo como pared de la encimera.
ACCESORIOS
Cuando hablamos de accesorios podemos referirnos a sacar a la luz nuestros aceites, sales y especias o colgar a la vista las ollas y sartenes más bonitas. Aunque también podemos ir más allá sustituyendo elementos no tan efímeros como los tiradores de los armarios o la grifería. Los tiradores de latón por ejemplo aportan elegancia además de la buscada calidez.
