Realizar cambios en el diseño de interiores de nuestro hogar puede ser todo un desafío cuando se tienen niños pequeños. Cuando se trata del suelo, buscamos elementos de decoración que no solamente encajen estéticamente con el estilo de la habitación, sino que también mantengan a nuestros hijos seguros y que resistan todos sus pequeños problemas.
¿Qué hay que tener en cuenta?
Los niños pequeños son especialistas en ensuciarlo todo con comida o bebida, así como cuando utilizan pinturas y otros materiales para hacer manualidades. También pueden rayar el suelo con sus juguetes por lo que se necesitas una solución que sea segura parra él y que a la vez proteja el suelo.
Sin duda la opción más popular son las alfombras textiles ya que aportan calidez, un tacto agradable y son mullidas, sin embargo, los problemas llegan cuando hay que mantenerlas limpias,
¿Qué requisitos debería cumplir entonces una alfombra perfecta?
- Absorber el ruido
- Resistente a rayadas
- Fácil de mantener
- Duradera
- Resistente a las manchas (impermeable)
- Resistente a un tráfico elevado
- Cómoda
Actualmente el único producto que cumple con todo ello son las alfombras vinílicas, una solución que además de ser antialérgica, antideslizante y actuar como aislante térmico, se encuentra disponible en una amplia variedad de diseños tanto infantiles como hidráulicos, abstractos, orgánicos, geométricos y que incluso cuenta con variantes para mascotas y para su instalación en exteriores.
Las alfombras vinílicas infantiles pueden dar la sensación de ser un producto frío y poco amoroso pero su superficie texturizada y su grosor de 2,6mm añaden el confort suficiente para que los más pequeños puedan desarrollarse seguros y con total libertad, dando a los padres la tranquilidad de saber que ellos no corren ningún riesgo y que el suelo de casa queda protegido