La elección de una alfombra correcta puede unificar y potenciar el diseño de cualquier habitación, pero a menudo el límite en cuanto a tamaño o su elevado precio son un inconveniente para integrarlas en nuestra decoración.
Sin embargo, existen distintas opciones que nos permiten, con un poco de previsión e investigación, poder elegir la alfombra perfecta para cada espacio.
En este post queremos dar algunos consejos a tener en cuenta a la hora de elegir una alfombra.
El color
Algunos diseñadores de interiores afirman que la alfombra es lo primero que hay que instalar cuando se diseña una habitación. Su razonamiento es que, una vez elegida la alfombra, ya tendremos un esquema de color definido que podremos utilizar de base para el resto de la decoración.
Otros diseñadores son partidarios de justo lo contrario. Creen que la alfombra ha de ser lo último y actuar como punto focal, destacando sobre el resto de elementos y siendo el centro de todas las miradas.
En realidad, ambas escuelas son correctas: Todo se reduce a preferencias personales. Independientemente del consejo que elijamos, la estética debe el primer punto a considerar si queremos un diseño de interiores equilibrado.
La función
Cómo la utilizaremos y dónde se instalará son preguntas clave para su elección. Pensemos para qué la queremos ¿Estará destinada a atrapar la suciedad de la entrada? ¿Ha de ser mullida y acogedora?¿Ha de ser visualmente impresionante? Las respuestas a estas preguntas las determinará el material.
Las alfombras de pelo largo, por ejemplo, suelen ser más cómodas pero difíciles de limpiar. Algo que no ocurre con las alfombras vinílicas.
Por otro lado, las alfombras de coco son un muy buen felpudo, sin embargo su tacto es áspero y no demasiado acogedor.
Antes de tomar una decisión, es importante conocer cuál es el mantenimiento de ese tipo de alfombra para poder tenerla en las mejores condiciones el máximo tiempo posible.
El tamaño
Llega el momento de decidir qué tamaño de alfombra comprar. Esto puede ser complicado ya que las alfombras generalmente solo se encuentran en tamaños estándar -excepto en el caso de las alfombras vinílicas a medida– y, desafortunadamente, no hay reglas estrictas sobre cómo elegir el tamaño correcto. Dicho esto, aquí hay un par de consejos a tener en cuenta:
Si elegimos una alfombra que cubra toda la superficie, es recomendable dejar un margen de unos 50cm por lado.
Si la idea es colocar la alfombra como base de un sofá o una mesa con sillas, deberemos medir la superficie del mueble o su conjunto para elegir una alfombra que abarque todo con cierta holgura.
En caso de duda, aquí funciona el “cuanto más grande, mejor”, ya que siempre podremos ocultar el sobrante bajo los muebles. Sin embargo, elegir una alfombra demasiado pequeña hará que toda la decoración se vea desproporcionada y no tiene fácil solución.