La cocinas tipo galera son aquellas formadas por dos series paralelas de módulos a ambos lados con un pasillo central y que reciben el nombre por la similitud con el espacio destinado a la preparación de las comidas en barcos, trenes y aviones.
Este diseño es el preferido de muchos chefs profesionales debido a la seguridad y la eficiencia que aportan durante los turnos. Además, permite la optimización del espacio de almacenamiento y del área de trabajo, algo que en diseño de interiores es ideal para cocinas pequeñas.
Hoy os traemos algunos consejos a tener en cuenta si deseamos una cocina tipo galera en nuestro hogar.
Evaluar el espacio.
Aunque las cocinas tipo galera funcionan mejor en espacios pequeños, también pueden ser una buena opción para cocinas medianas y grandes. Sin embargo, hay que tener en cuenta que si los módulos opuestos están demasiado lejos, la cocina perderá su eficiencia.
Por otro lado, la disposición de este tipo de cocinas no suele dejar lugar para un área de cena ni posibilidades para abrir el espacio, por lo que si no disponemos de comedor no es una solución demasiado sociable.
¿Existe alguna alternativa?
Una solución común, siempre que el espacio lo permita, es la inclusión de una isla. La isla puede servir de encimera para la preparación de la comida o para instalar los fogones. En el primero de los casos esta puede transformarse fácilmente en una mesa mediante la adición de sillas altas.
Si no dispusiéramos del espacio necesario para incluir una isla, la solución pasaría por añadir las sillas altas a alguna de las encimeras laterales y así obtener una práctica barra para las comidas y cenas del día a día. Este espacio puede decorarse con vinilos adhesivos de baldosa que además protegerán de salpicaduras.
Dependiendo del diseño de nuestra casa, la cocina tipo galera puede ser abierta o cerrada en uno de los extremos.
Si es abierta -y el pasillo conduce a otra habitación- la cocina se convertirá forzosamente en una vía de paso. Dependiendo del número de personas que cohabiten esto no tiene por qué ser un problema, pero si hay niños pequeños o mascotas, no querremos que pasen por ahí mientras sostenemos un cuchillo afilado en la mano o una olla con agua hirviendo.
Si es cerrada en un extremo, puede haber una pared o una ventana, en cuyo caso es importante no bloquear la luz natural. Pero, ¿cómo podemos hacer un buen uso de este espacio en la pared? Podemos instalar estanterías, una pizarra o incluso una pequeña mesa donde hacer las listas de la compra o charlar por teléfono. También podemos recurrir a los espejos para conseguir la impresión de un espacio más grande.
Por último, queremos destacar que la iluminación es clave. Una iluminación bien colocada y sobredimensionada suavizará la apariencia de la cocina y generará una mayor amplitud visual de la que ofrecen este tipo de cocinas compactas.
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