Las paredes blancas son un clásico atemporal en la decoración, y aunque a veces pueden resultar un poco frías e impersonales, a nosotros nos encantan porque nos permiten dar rienda suelta a la imaginación para decorarlas. Si estás buscando darle un toque de personalidad y calidez a tu hogar, a continuación te damos algunas ideas fáciles y rápidas para transformar tus paredes blancas en lienzos llenos de estilo.
1. Papel pintado autoadhesivo
El papel pintado autoadhesivo es una opción ideal para las amantes del DIY y la decoración. Se trata de una solución práctica y versátil que te permite renovar tus paredes en cuestión de minutos. Olvídate de engorrosos procesos de instalación con cola y disfruta de un cambio radical en tu hogar sin ensuciar ni invertir demasiado tiempo. Puedes optar por solo decorar una de las paredes de la estancia con papel adhesivo para añadir un punto focal y el resto dejarlas en blanco.
En Printodecor ofrecemos una gran variedad de diseños de papel pintado autoadhesivo para que puedas escoger el que más va con tu estilo. Desde estampados florales y geométricos hasta imitaciones de materiales como la madera o el ladrillo. Los murales pared pueden ser una muy buena opción para decorar una superficie grande.
2. Dale un toque personal a tus paredes con el vinilo pared
Los vinilos decorativos son otra alternativa ideal para decorar tus paredes blancas de forma rápida y económica. Te recomendamos no cubrir toda la pared con los vinilos decorativos, sino limitar algunas zonas, el resultado quedará espectacular. También, puedes optar por añadir cenefas autoadhesivas y colocarlas en la mitad de la pared para añadir un toque de color.
Una de las grandes ventajas del vinilo pared es que es muy fácil de colocar. Además, puedes cambiarlo cuando quieras, por lo que es perfecto para darle un toque temporal a tu decoración o para decorar habitaciones infantiles que van cambiando de estilo con el paso del tiempo.
3. Crea composiciones con cuadros y fotografías
Crea una composición de cuadros para añadirle un toque de estilo a la pared blanca. Puedes jugar con diferentes tamaños, colores y marcos para crear una composición única y personalizada.
Si te gusta el arte, puedes optar por reproducciones de obras famosas o por láminas de artistas locales. También puedes crear tus propias láminas con fotos, dibujos o frases inspiradoras. O bien, si quieres conseguir un espacio aún más personal, puedes decorar la pared con fotografías familiares, recuerdos de viajes o cualquier otro objeto con significado sentimental para ti.
4. Decora con plantas
Las plantas son una forma natural darle vida a tus paredes blancas. Además de aportar un toque de frescura y color, las plantas también purifican el aire y crean un ambiente más relajante.
Puedes colocar plantas colgantes, macetas sobre estanterías o incluso crear un pequeño jardín vertical en una de las paredes. Elige las plantas de interior fáciles de mantener y resistentes a la luz solar y a las condiciones climáticas de tu hogar. Si no eres de cuidar plantas, siempre puedes optar por comprar plantas artificiales o bien, las plantas de aire.
5. Decora con textiles
Cada vez más, decorar las paredes con elementos decorativos textiles está más de moda. Estos son una manera muy fácil y sencilla de añadir un toque de personalidad y calidez al espacio. Puedes colocar todo tipo de textiles desde alfombras, trozos de tela, mimbre, rafia y tapices.
6. Espejos para un espacio con carácter
Los espejos son elementos decorativos que se pueden colocar en cualquier parte del hogar. Lo más habitual es encontrarlos en el baño, dormitorio o en la entrada pero también se pueden utilizar para decorar paredes del salón.
Puedes colocar un espejo grande en una pared blanca sin ningún tipo de decoración o bien apoyarlo para conseguir un estilo más bohemio. Si eres más atrevida, puedes crear composiciones con diferentes espejos de diferentes colores y tamaños.
¿Ya has pensado de qué manera decorar las paredes blancas de tu hogar?