El diseño de interiores debe ser ante todo funcional y aportar bienestar.
Uno de los elementos que más valoran aquellas personas que trabajan desde casa es la libertad. Una libertad aplicable también a la decoración y diseño del espacio de trabajo. Pero para garantizar unas buenas condiciones, ser productivos y no mezclarlo con nuestro espacio personal es necesario tener en cuenta los siguientes factores.
Equipo.
La velocidad y la eficiencia son fundamentales. Siempre y cuando tengan sentido.
Quizá no necesites una impresora enorme que ocupe media mesa si apenas imprimes y te sale más a cuenta bajar a la copistería. Es interesante contar únicamente con aquello que se va a usar a diario.
Las soluciones inalámbricas, por ejemplo, permiten flexibilidad para trabajar de pie o en movimiento, ayudando a mejorar tu creatividad y capacidad de pensar, además de aligerar el espacio visual.
La acumulación de gadgets tecnológicos y otros objetos en el espacio de trabajo dificulta la concentración y la dedicación exclusiva a la tarea que uno se dispone a realizar.
Iluminación.
Una buena iluminación es esencial. Cuanta más luz, mejor. Y preferiblemente natural. Por lo tanto recomendamos la colocación de la mesa de trabajo en una habitación o un rincón con ventana.
Si no fuera posible, existen luces de trabajo de gran calidad y eficiencia energética que permiten la regulación de la intensidad lumínica reforzando la ergonomía y el bienestar.
Recomendamos que, para evitar el deslumbramiento, no coloques las luces justo encima de la pantalla del ordenador ni dirigidas directamente hacia ella.
También recomendamos, para controlar la fatiga visual, intentar gestionar el brillo e intensidad de los sistemas de iluminación que utilicemos.
La iluminación es a menudo subestimada cuando, en realidad, repercute muy significativamente en nosotros ya que afecta a nuestra psicología, confort y salud.
Privacidad.
Nadie puede trabajar con eficacia en un mar de ruido e interrupciones. Al planificar el área de trabajo asegúrate de que proporcionas un perímetro de privacidad respecto a las actividades de los alrededores. Es cierto que los auriculares pueden servir para aislar ciertos sonidos pero nadie quiere tener que usarlos todo el tiempo.
Una estantería, un biombo o cualquier otro elemento de mobiliario pueden aportar la tranquilidad necesaria para concentrarse y trabajar a gusto.
Diseño / organización.
“Un lugar para cada cosa y cada cosa en su lugar”. Esta es la fórmula antiestrés por excelencia. Al diseñar un espacio de trabajo hay que tener en cuenta qué sistemas de almacenamiento vas a utilizar para poder disponer del espacio necesario.
La superficie del escritorio debe servir para poner el ordenador portátil o de sobremesa y objetos directamente relacionados con el trabajo que estés realizando.
Todo lo demás puede estar perfectamente ordenado en clasificadores, cajoneras o cualquier otro dispositivo de almacenamiento que nos ofrezca orden y nos deje solamente con lo imprescindible a la vista.
Ergonomía.
La salud y el bienestar son lo más importante. Y aún más en un espacio en el que vamos a pasar tantas horas.
Recomendamos el uso de sillas que se adapten a tu espalda para una mayor comodidad y que te eviten futuros dolores. Los reposapiés, ratones y teclados ergonómicos y mesas de altura regulable son imprescindibles para reducir el estrés postural y mejorar la experiencia de trabajo diaria.
Deja una respuesta