El gris a veces puede parecer un color frío, distante y muy lineal pero en decoración, es uno de los colores que más triunfa ya que aporta elegancia, serenidad y equilibrio a los espacios y es muy fácil de combinar con otros colores.
El color neutro más utilizado y que mejor queda
El color gris es un tono intermedio entre el blanco y el negro que, gracias a sus múltiples tonalidades, se ha convertido en uno de los colores neutros de tendencia en decoración. No importa que estilo tengas, este color pega con todos desde el más clásico o nórdico hasta el industrial y boho, ¡el gris siempre será bienvenido!
Las mejores estancias para incorporar este color son el salón, el baño, el dormitorio o la cocina. No tengas miedo a incluirlo en tu decoración pintando paredes o escogiendo un sofá y mobiliario en ese color.
Combina el gris con el color que más te guste
El color gris es un neutro que combina a la perfección con colores vivos y hasta con colores blancos y cálidos. Aunque esta combinación dependerá de tu estilo, porque para gustos colores, te proponemos las combinaciones que más nos gustan a nosotros. Si no te quieres arriesgar e ir a lo seguro, la combinación del gris con el blanco o el negro es la más neutra y la que nunca falla, esta hará de tu espacio un sitio moderno, actual y elegante. Pero si quieres estar a la moda y añadir un toque de color, opta por combinar el gris con el color amarillo, los dos colores Pantone de este año, o arriésgate por azules, rosas, coral y ¡hasta verdes!
La cocina gris, la estancia más de moda para este color
Como hemos comentado al principio del artículo, el gris es un color de moda incluso en las cocinas consiguiendo desterrar a los colores más usados como el blanco, el negro y la madera. La principal ventaja de utilizar el gris para decorar una cocina es que es un color muy pulcro y elegante que combinado con toques blancos, beige y verdes harán de tu cocina la mejor parte de la casa.
Existen infinidad de tonalidades grises dependiendo del look que le quieras dar al espacio. Si tienes una cocina pequeña, lo ideal es utilizar tonos más claros como el perla, el agata o el ceniza para darle sensación de más espacio. De lo contrario, puedes atreverte con tonos más oscuros como el gris pizarra, el antracita o el gris plomo. Si no te convence decorar toda la cocina con el color gris, puedes optar por pintar una pared o añadir vinilos para cubrir los azulejos cocina.
El tono que adora la madera
¡Esta combinación es una apuesta segura! El color gris aporta elegancia, serenidad y esa parte fría que la madera con su calidez lo calienta consiguiendo un ambiente más acogedor y hogareño. Te recomendamos que utilices maderas claras como el roble o el haya para reforzar la luminosidad del color gris. La madera puede estar presente en suelos, muebles y hasta en revestimientos de paredes. Además, para completar el look añade otros de toques color con elementos decorativos como el textil o las alfombras vinílicas en tonos cálidos como el beige o los tierra.