Los colores tienen la capacidad de inspirar, excitar, calmar, sanar y, en definitiva, alterar cualquier estado de ánimo. Esto es particularmente cierto en los niños, que suelen ser más sensibles al impacto psicológico del color. Por ese motivo es interesante elegir el color correcto para el diseño de interiores de la habitación de un niño pequeño.
Aunque la ciencia ha analizado los efectos de los colores sobre las personas definiendo lo que se conoce como Teoría de color, cada persona es distinta por lo que las reacciones que detallaremos a continuación son variables y no afectan a todo el mundo por igual.
1. Rojo.
El rojo tiene la capacidad de dar energía al cuerpo y activar la mente, aumentando el ritmo cardíaco y respiratorio. Sin embargo, algunas investigaciones sugieren que demasiada exposición al rojo fomenta un comportamiento agresivo y la incapacidad para concentrarse. La conclusión es que el rojo es excelente como color de acento por ejemplo en una alfombra vinílica infantil, pero puede que no sea el mejor color para la pared de la habitación de un niño inquieto.
2. Naranja.
Aunque se trata de un color infrautilizado, el naranja es cálido y juvenil, y por lo tanto idóneo para los niños. Se dice que fomenta la confianza, la extroversión y la independencia. La naturaleza social de este color también hace que los niños y sus amigos se sientan cómodos en un espacio naranja, propiciando la comunicación y la cooperación.
3. Amarillo.
La mayoría de nosotros asociamos el amarillo con sentimientos de felicidad y alegría. Los estudios también añaden a este color la concentración en los tonos más suaves y la memoria en los tonos más fuertes. Sin embargo, el uso de un amarillo muy brillante puede promover la excitación y el enfado.
4. Verde.
Este color natural y relajante tiene un efecto calmante en los niños. Además, los científicos han descubierto que el verde puede mejorar la velocidad de lectura y la comprensión.
5. Azul.
Al tener el efecto opuesto de rojo, el azul disminuye la ansiedad y la agresividad. Los niños que experimentan rabietas u otros problemas de comportamiento pueden apreciar los efectos calmantes de una habitación azul.