Ya sea porque lo hacemos habitualmente o porque las circunstancias nos obligan, muchos de nosotros trabajamos desde casa.
Para los que empezamos a hacerlo ahora supone un reto a muchos niveles y uno de ellos es el de habilitar un espacio en el que estar cómodos y ser productivos.
Podemos pensar que diseñar el lugar en el que trabajaremos no es una prioridad laboral, sin embargo, se trata de algo que nos influye directamente.
Cuando disfrutamos de un espacio nos gusta mantenerlo ordenado, ayudándonos a trabajar en mejores condiciones. Además, el hecho de ponerse a trabajar, incluso si es donde vivimos, es mucho más fácil cuando llegamos a un espacio agradable. En este post te damos 3 claves para conseguirlo.
Organización
Un espacio de trabajo tiende a desordenarse fácilmente. Para que esto no ocurra es tentador abastecerse de archivadores, portalápices, cajoneras… Existen millones de opciones, el problema es meterlas en casa para después no utilizarlas nunca.
Antes de comprar todo este material es importante pensar cómo trabajamos realmente. ¿Voy a almacenar papeles? ¿Imprimiré algo? ¿Necesito 5 bolígrafos?
Seamos flexibles y diseñemos un espacio que nos funcione a largo plazo. Acumular objetos inútiles solo puede perjudicarnos.
Personalización
Incluso si vamos a trabajar en un pequeño rincón, no está demás decorarlo para trabajar más a gusto. Podemos colgar fotolienzos o cuadros de madera impresa que nos inspiren en las paredes, para cuando necesitemos quitar la vista de la pantalla del ordenador.
Podemos colocar una colorida alfombra vinílica para alegrar y delimitar el espacio, así como proteger el suelo de las sillas con ruedas.
También podemos utilizar azulejos adhesivos de vinilo o alfombras de vinilo a medida para cubrir la superficie a modo de mantel y transformarla en algo colorido, impermeable y agradable.
Al fin y al cabo esta oficina es un espacio más de la casa y no está de más integrarlo en el diseño de interiores.
Luz
Las oficinas destacan por su gran iluminación, en la mayoría de casos dada por luces fluorescentes. Esto se debe a que existe conocen un principio básico: una buena iluminación facilita el trabajo.
Nuestros ojos ya se esfuerzan suficiente mirando pantallas todo el día, echémosles una mano iluminando correctamente nuestro puesto de trabajo.
Recomendamos utilizar tanta luz natural como sea posible, pero asegurándonos de complementarla cuando se quede corta. Una oficina bien iluminada es un lugar feliz y productivo.