Existen muchos elementos que, al cambiarlos, pueden transformar un espacio viejo y pasado de moda en algo fresco. Estos cambios unas veces son pequeños y otras veces requieren más trabajo pero es posible realizarlos con un presupuesto ajustado y en poco tiempo.
Hoy os proponemos 5 sencillas maneras de refrescar la decoración del hogar con muy poco.
Pintar las puertas
Una de las formas más sencillas de dar un nuevo aspecto a tu casa es cambiando el color de las puertas. Hay que tener en cuenta que las puertas también forman parte de la decoración del hogar, además de servir de transición entre los diferentes espacios. Se recomienda utilizar colores pastel, siempre elegantes, discretos y atemporales.
Añadir elementos de acento
Otra manera fácil de refrescar su casa sin gastar mucho dinero es simplemente pintar una pared de un color especial, añadir una alfombra vinílica a medida o cambiar las cortinas para así crear un punto focal nuevo en la habitación. Esto hará que todas las miradas se centren en el objeto que domina la estancia y de la sensación de estar en otro lugar.
Ordenar las estanterías
Un error común es llenar las estanterías con tantos objetos como sea posible, ocupando hasta el último centímetro. Pero una de las mejores maneras de refrescar un espacio es liberar las estanterías y reservar una parte de cada estante para exhibir algunas piezas decorativas interesantes. Al hacerlo, no solo se crea una sensación de espacio en el diseño de interiores sino que también se convierte esa estantería de aspecto ordinario en un elegante mueble.
Cambiar los muebles
Esta es probablemente la opción menos económica pero hoy en día pueden encontrarse muebles de diseño low cost o de segunda mano a buen precio. Es cuestión de echar un vistazo a los muebles y considerar un cambio si se ven viejos y gastados.